Leía hace unos días una nota de Alvaro Ardura Urquiaga en el
diario El País del 3 de enero de 2014, cuyo título llamó mi atención: “Vuelve
el Urbanismo (afortunadamente)
”. Sin entrar en detalles, la nota hacía
referencia a los efectos perversos que la mercantilización de la ciudad había
causado en España y a la pérdida del propósito que se supone debe perseguir el
urbanismo, que es el bien común. El resultado no es muy diferente al que se
produjo en México en las últimas décadas: calles abandonadas, viviendas
deshabitadas, ciudades desiguales y segregadas, “elefantes blancos” y
devastación territorial y ambiental.
Luego de transitar durante varios años por el
desmantelamiento de la práctica de la planeación territorial en México (véase
la inserción del 20 de febrero de 2013: http://localglobalideas.blogspot.mx/2013/02/ordenamiento-territorial-u-ordenamiento.html),
el inicio del sexenio de Enrique Peña Nieto arrancó con una medida audaz y a mi
juicio adecuada, la creación de la SEDATU y la sectorización de la CONAVI a
ella.
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Esto fue el inicio de una serie de acciones que sorprenden y
que mantienen a la expectativa a quienes siempre propugnamos por fortalecer la
política nacional de desarrollo urbano, ordenamiento territorial y vivienda.
Esto no significa que no hubiera una política de vivienda, en particular de vivienda social. La hubo (y la
hay), pero su principal motor fue la colocación de créditos hipotecarios y no
la “construcción de ciudad”. Los resultados están a la vista en todos los
desarrollos habitacionales en las periferias lejanas de las ciudades,
parcialmente ocupados, inseguros, lejanos de fuentes de empleo, bandalizados, graffiteados , espacios criminógenos sin
servicios, conectividad ni comercios cercanos.

Los costos económicos, sociales y ambientales de esta
política de vivienda están más que documentados y no pretendo extenderme en
ello, sino destacar un probable regreso al ejercicio de la disciplina del
urbanismo gracias a los ajustes del 2013, empezando por la fusión de la entonces Subsecretaría de Desarrollo Urbano y
Ordenación del Territorio de la SEDESOL a la hoy desaparecida Reforma Agraria y
el nacimiento de la SEDATU, el ajuste de varios Programas orientados a mejorar
el entorno urbano y la creación de nuevos programas.
El año pasado no sólo inició con la creación de una
Secretaría de Estado que atiende específicamente la política urbana y de vivienda;
sino que organizó 40 foros estatales, regionales y temáticos, que posicionaron
en la agenda pública el tema. Si bien el urbanismo, el ordenamiento territorial
y la vivienda aún no logran el impacto mediático que tienen las distintas
reformas como la educativa, la energética y la financiera; sin duda estos Foros
en los que participaron funcionarios públicos, empresarios, académicos y
organizaciones de la sociedad civil; permitieron transmitir a la SEDATU, las
prioridades y urgencias que había que resolver en materia de desarrollo urbano,
vivienda y ordenamiento territorial.
En 2013 se desarrollaron también eventos muy importantes
asociados al desarrollo urbano, como la Reforma a la Ley General de
Asentamientos Humanos (aun pendiente) y la Reforma Urbana que implicó la
celebración de 7 foros coordinados por CTS Embarq México, el IMCO y el Centro Mario Molina, en los que participaron una serie de expertos, académicos
y líderes sociales y empresariales,  y que culminaron con el libro «Reforma Urbana:
100 Ideas para las Ciudades de México”.
Por otro lado, una vez constituida la SEDATU, el 2 de abril
de 2013 se publicó en el Diario Oficial de la Federación su Reglamento,
destacando la creación de la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda y
la Subsecretaría de Ordenamiento Territorial. Ambas atienden a través de nuevas
Direcciones Generales, temas estratégicos como la coordinación metropolitana,
el ordenamiento territorial, la atención a zonas de riesgo, el desarrollo
regional y (por fortuna) la vivienda; este último, sector anteriormente
exclusivo de los organismos nacionales de vivienda.
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Luego de un 2013 de ajustes normativos, institucionales, foros
de consulta y algo de escepticismo, el 29 de diciembre de 2013 se publicaron en
el Diario Oficial de la Federación, varias Reglas de Operación de programas que
entraron en operación este año, orientados a financiar la política nacional de
desarrollo urbano, vivienda, ordenamiento territorial y prevención de riesgos
de desastres. Llaman la atención tres programas nuevos que buscan
precisamente incidir en aquellos problemas que fueron resaltados durante los
Foros de Consulta. Por un lado, el Programa de Reordenamiento y Rescate de
Unidades Habitacionales, con un presupuesto de 17 millones de pesos, para
fomentar una cultura condominal y dar mantenimiento a unidades habitacionales,
fundamental si se desean impulsar ciudades densas y compactas. Asimismo, se creó
el Programa de Reubicación de la Población en Zonas de Riesgo. No obstante el nombre
del Programa, su objetivo no es precisamente reubicar, sino apoyar la
elaboración de Programas Estatales de Ordenamiento Territorial, acción que se
está acompañando de la instalación de Consejos Estatales de Ordenamiento
Territorial. Al día de hoy, se han instalado 6 en el mismo número de estados.  Por fin una fuente de financiamiento
específicamente para ordenamiento territorial y cuya ausencia (hasta este año) denuncié
en su momento (véase el blog del 4 de septiembre de 2013: http://localglobalideas.blogspot.mx/2013/09/necesario-un-fondo-de-financiamiento_4.html).
Enhorabuena!, y esperemos que se cree un fondo similar para programas de
desarrollo urbano de centros de población. Las ventajas y beneficios de la
planeación urbana y el ordenamiento territorial (si se hacen bien y se respetan),
paga con creces la inversión requerida para su elaboración. Piénsese en lo que
se hubiera ahorrado por un buen ordenamiento territorial en Guerrero, luego del
paso del huracán Ingrid y la tormenta
tropical Manuel.
Se encuentra también el flamante Programa de Consolidación
de Reservas Urbanas, que entró en vigor el 1º de enero de 2014 y que establece
las bases para financiar proyectos de vivienda social, siempre y cuando
acrediten una localización al interior del área urbana dentro de Perímetros de Consolidación
Urbana. Estos perímetros van del U1 (Perímetros de zonas urbanas centrales ya
consolidadas con todos los servicios, equipamiento y empleo), U2 (zonas en
proceso de consolidación con infraestructura y servicios urbanos de agua y
drenaje) y U3 (zonas contiguas al área urbana aptas para el desarrollo urbano) (Disponibles
por cierto en: http://ruvsig.azurewebsites.net). En principio, los organismos
nacionales de vivienda no podrán otorgar créditos hipotecarios fuera de estos
polígonos, salvo que sean desarrollos certificados (antes DUIS) y que cumplan
con una serie de requisitos de provisión de servicios, equipamiento,
conectividad, ambientales, entre otros.
Fuente: 

http://ruvsig.azurewebsites.net

Merece una mención la creación de la Dirección General de
Coordinación Metropolitana y un presupuesto de casi 10 mil millones de pesos del
Fondo Metropolitano para 47 de 59 Zonas Metropolitanas. Por si fuera poco, el día de ayer 15 de enero de 2014 se
anunció el Proyecto NAMA Mexicana de Vivienda Sustentable (NAMA significa
Acciones de Mitigación Nacionalmente Apropiadas por sus siglas en inglés) que
busca atraer financiamiento internacional a través de acciones de eficiencia
energética en la edificación de vivienda social. Hay que decir que existen tres
modalidades de NAMA: la de vivienda nueva, la de vivienda existente y la NAMA
Urbana, esta última incluye la canalización de recursos de este fondo para
proyectos de suministro de agua, alcantarillado, alumbrado público y manejo de
residuos sólidos. No sólo eso, se creó el Mexican NAMA Facility (MNF) para
financiar acciones de eficiencia energética a través de fondos internacionales.
El MNF apoyará adicionalmente NAMAs que está impulsando el Gobierno de México,
tales como la sustitución de fogones abiertos por estufas eficientes de leña en
el medio rural, aprovechamiento o quema de metano en rellenos sanitarios, renovación
del parque vehicular, proyectos de cogeneración industrial, entre otras
acciones orientadas a mitigar gases de efecto invernadero.
En síntesis, una Secretaría de Estado nueva que diseña y
conduce la política nacional de desarrollo urbano, ordenamiento territorial y
vivienda; la creación de dos nuevas Subsecretarías y varias Direcciones Generales y nuevos
programas para financiar la planeación urbana, desarrollo metropolitano,
ordenamiento territorial y la prevención de desastres, una nueva política
urbana y de vivienda que busca contener el crecimiento y focalizar el
otorgamiento de créditos hipotecarios en zonas intraurbanas y el surgimiento de
nuevos instrumentos financieros de vivienda sustentable para mitigar gases de
efecto invernadero y combatir el cambio climático.
La mesa está puesta y sensaciones
de satisfacción y escepticismo se superponen. Quiero pensar que urbanistas,
planificadores territoriales, diseñadores de asentamientos humanos,
arquitectos, ingenieros, geógrafos y en general todos quienes nos dedicamos a
planear las ciudades, estaremos muy ocupados en este nuevo escenario que,
cuando menos a mí, me deja con expectativas de lo que se viene el resto del
sexenio. Sin embargo, aún quedan muchos retos, como la necesidad de simplificar
el sistema de planeación territorial y al mismo tiempo integrar el ordenamiento
territorial con otros sectores como el ambiental, forestal, turístico, de comunicaciones y
transportes, etc.; perfeccionar la gobernanza metropolitana, promover esquemas
de asociacionismo intermunicipal, integrar el desarrollo urbano con el
transporte y la movilidad, perfeccionar asimismo los instrumentos de gestión
del suelo y mejorar las finanzas locales, regularizar viviendas y ofrecer suelo y vivienda en zonas aptas para familias de escasos recursos, combatir la
especulación, simplificar los procesos de incorporación del suelo de origen
ejidal al desarrollo urbano y (hay que decirlo….) combatir la corrupción. Casi
nada… El 2014 arranca pues a tambor batiente como el año que recupera la práctica del urbanismo y la planificación territorial.
Esperemos, sin embargo, que sea el sexenio en el que la práctica del urbanismo regresó para quedarse.
Juan Carlos Zentella Gómez
Local & Global Ideas
Twitter: @jczentella